jueves, 1 de octubre de 2009

Cuando un perro mueva la cola hacia la izquierda, cuidado

¿Cuántas veces las personas sufren la mordedura de un perro por haber medido mal el lenguaje gestual del cánido? ¿Cuántas antitetánicas nos ahorraríamos si aprendiésemos el idioma de los chuchos?

Un perro que mueve la cola no siempre está contento. De hecho, muchos de los que lo hacen están considerando seriamente la posibilidad de atacar.

Todos los amantes de los perros saben cómo expresa un can sus sentimientos. Las orejas gachas, una postura tensa y la cola tiesa significan "no me calientes". Las orejas erguidas, un meneo del cuerpo y la cola agitándose enérgicamente indican "me alegro mucho de verte". Pero hay otra característica del lenguaje corporal de los perros recientemente descubierta que es posible que sorprenda a los propietarios de mascotas y a los expertos en canes. Cuando los chuchos están seguros de algo o de alguien, sus colas se mueven más hacia la derecha. Cuando tienen sentimientos negativos, la cola se agita más hacia la izquierda.



La investigación indica que en la mayoría de los animales, incluidas las aves, los peces y las ranas, el cerebro izquierdo se especializa en comportamientos que implican lo que los científicos denominan aproximación y enriquecimiento de energía. En los humanos eso significa que el cerebro izquierdo está asociado con sentimientos positivos como el amor, el afecto y la sensación de seguridad y calma. También está asociado con algunos marcadores fisiológicos, como el latido lento del corazón. En un nivel básico, el cerebro derecho se especializa en comportamientos que implican retirada y gasto de energía.

En los humanos estos comportamientos, como la huida, se asocian a sentimientos como el miedo y la depresión. Entre las señales fisiológicas se encuentran el latido rápido del corazón y el colapso del sistema digestivo. Como el cerebro izquierdo controla el lado derecho del cuerpo y el cerebro derecho controla el lado izquierdo, estas asimetrías se manifiestan por lo general en partes opuestas del cuerpo. Por consiguiente, muchas aves buscan alimentos con el ojo derecho (cerebro izquierdo/alimentación) y vigilan a los depredadores con el izquierdo (cerebro derecho/peligro).

El lado derecho de la cara tiende a reflejar felicidad (cerebro izquierdo), mientras que el lado izquierdo, malestar (cerebro derecho). Las colas de los perros resultan interesantes, afirma Davidson, porque están justo en el medio del cuerpo del perro, ni a la izquierda ni a la derecha. Por eso muestran asimetría emocional. Pero, ¿realmente es así? Para averiguarlo, Vallortigara y sus compañeros usaron 30 canes de distintas razas a los que se apuntó a un programa de adiestramiento en agilidad. Colocaron a los perros en una jaula equipada con cámaras que seguían precisamente el ángulo del movimiento de sus colas. Luego se les mostraban cuatro estímulos en una tablilla en la parte frontal de la jaula: su dueño; un humano desconocido; un gato; y un perro dominante y desconocido.

En cada caso, el perro de la prueba miraba a una persona o a un animal durante un minuto, descansaba durante 90 segundos, y miraba otra cosa. La prueba duró 25 días con 10 sesiones en cada uno. Cuando los perros veían a sus amos, agitaban sus colas enérgicamente hacia la derecha, explica Vallortigara. Cuando se enfrentaban a un humano desconocido, las agitaban moderadamente, de nuevo hacia la derecha. Si miraban al gato, un macho de cuatro años, las colas de los perros se agitaban a la derecha, pero con menos amplitud. Y cuando veían a otro perro, agresivo y desconocido, las colas se agitaban hacia la izquierda. En consecuencia, cuando los perros se sentían atraídos por algo, sus colas se agitaban a la derecha y, cuando estaban asustados, las colas se movían a la izquierda.

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