domingo, 14 de junio de 2009

Un modelo matemático anticipa posibles divorcios con el 94% de aciertos

Hay ocasiones en las que, por mera intuición, adivinamos que permanecerán juntos poco tiempo o, por el contrario, tendrán un bonito matrimonio; y en otras, nuestra predicción se equivoca.

Sin embargo, el psicólogo y matemático John Gottman, del Laboratorio de Investigación Familiar de la Universidad de Washington, no se equivoca. A él sólo le basta analizar una hora de conversación entre marido y mujer, para poder predecir con un 94% de exactitud, si la pareja continuará unida los siguientes quince años o no. Y si observa a una pareja durante quince minutos, la posibilidad de éxito se acerca al 90 por ciento.



Cualquiera de nosotros pensaría que para hacer una predicción así de seria, es necesario recopilar mucha información en tantos contextos como sean posibles. John Gottman ha demostrado lo contrario. Desde la década de 1980, ha llevado a más de tres mil matrimonios a su laboratorio del amor. Estudia a las parejas con cámaras de video y sensores que registran el pulso, la sudoración, las expresiones, los movimientos y el ritmo cardiaco de cada uno, mientras discuten algún tema que entre ellos sea motivo de conflicto.

Para Gottman los matrimonios felices no son nunca uniones perfectas. Algunas parejas que están satisfechas con su relación muestran significativas diferencias de temperamento, intereses o valores familiares, y discuten igual que las parejas infelices por el dinero, los niños, las cosas de la casa, la política, la familia política, el sexo, etc.

Curiosamente, las riñas no son los sentimientos más destructivos para la pareja. Los auténticos demonios (Gottman los llama los Cuatro Jinetes del Apocalipsis son 1) criticar, 2) estar a la defensiva, 3) ser herméticos y encerrarse en uno mismo y 4) ver y tratar a tu pareja con desdén y desprecio, siendo esta última la más importante. Si Gottman observa que uno de los miembros de la pareja muestra desdén hacia el otro, lo considera la señal más peligrosa y amenazante para que la pareja dure.

Mucha gente piensa que es la crítica, dice Gottman, pero yo puedo criticar a mi mujer y decirle: Nunca escuchas, eres una egoísta e insensible, desde luego, ella responderá a la defensiva. Y no soluciono nada. Pero, si yo le hablo desde un plano superior, haría mucho más daño, y el desdén es cualquier declaración que se hace desde un nivel superior. Casi siempre es un insulto: Eres una hija de tal por cual, o eres una tonta, o una inútil. Se trata de colocar a la pareja en un plano inferior al tuyo. El desdén está muy ligado a la indignación y al rechazo. No hay diferencia entre hombres y mujeres, ambos lo practican igual. Si en una pareja detectas el desdén, ya no necesitas conocer todos los pormenores de su relación para saber que está destinada al fracaso.

Sus investigaciones niegan las bases de la mítica relación entre Marte y Venus, es decir, la idea de que hombres y mujeres proceden de dos mundos emocionales muy distintos. Según sus estudios, las diferencias de género pueden contribuir a que haya problemas matrimoniales, pero no son la causa. Prácticamente el mismo porcentaje de los hombres y mujeres que entrevistó contestaron que la calidad de la amistad entre los esposos es el factor más importante de la satisfacción matrimonial. Asegura en su libro, "Siete reglas de oro para vivir en pareja (Plaza y Janés)", que las parejas felices están basadas sobre todo en una profunda amistad. "Se conocen íntimamente, conocen sus gustos, personalidades, esperanzas y sueños mutuos. Muestran gran consideración el uno por el otro y expresan su amor no sólo con grandes gestos, sino con pequeños detalles cotidianos". El libro cuenta que las parejas emocionalmente inteligentes conocen bien el mundo de su compañero. Y a esto lo llama el mapa del amor, "esa parte de la mente donde almacenamos toda la información relevante sobre la vida de nuestra pareja", describe. "Si uno hace una ensalada, sabe cómo le gusta al otro. Si uno trabaja hasta tarde, el otro le graba en vídeo su programa favorito, etc." Y concluye que sin este mapa del amor no podemos conocer a nuestra pareja. "Y si no conocemos a una persona, ¿cómo podemos amarla de verdad?".

Gottman señala que existen dos épocas delicadas durante el matrimonio. La primera incluye los 7 primeros años. La siguiente época peligrosa es la que va de los 16 a los 20 años de matrimonio

Otro hallazgo es que las parejas felices hacen continuos esfuerzos para evitar que los conflictos cotidianos se desborden. El sentido del humor es un elemento clave para el éxito en estos casos. Gottman ilustra la afirmación con un ejemplo real en el que un matrimonio planea comprar un vehículo. Ella quiere un monovolumen y él un todoterreno. En medio de los gritos, la esposa se pone en jarras y saca la lengua a su marido, imitando al hijo de cuatro años. La pareja se echa a reír y la tensión se esfuma.

El trabajo de Gottman es fascinante porque a través de las grabaciones en vídeo él puede mostrar el punto en el que una discusión conyugal se convierte en pura defensividad, hostilidad e insultos. Este deterioro coincide con una aceleración del pulso de cada miembro de la pareja. A medida que las pulsaciones aumentan, la capacidad de discutir razonablemente desaparece. Es una correlación directa y llamativa: tan nítida que Gottman les aconseja a las parejas en conflicto que se tomen el pulso en medio de la disputa. Según su experiencia, cuando un hombre llega a un promedio de ochenta pulsaciones por minuto, y una mujer a noventa, no tiene mucho sentido continuar. Para ambos sexos, escribe Gottman, haber pasado las cien pulsaciones es razón suficiente para terminar la discusión. Una persona cuyo corazón late a una velocidad de cien pulsaciones por minuto, debido a la furia ya no es capaz de comprender ni de responder inteligentemente lo que su compañero o compañera está tratando de decirle.



Según Gottman, se divorcian aquellas personas que durante la discusión ofenden, desprecian y desautorizan a su compañero, lo que a la larga provoca en la pareja una fuerte sensación de sofoco. Asimismo, aseguró que muchas personas no saben cómo conectar ni cómo desarrollar su sentido del humor. Esto supone que un montón de riñas, en las que la pareja se ve involucrada, constituyan un fallo en las conexiones emocionales. Esto no lo habríamos averiguado sin el modelo matemático, explicó el investigador estadounidense.

Los matrimonios felices construyen lo que Gottman denomina "una casa con buenos cimientos matrimoniales", en la que ambos trabajan juntos y aprecian lo mejor del otro. En todo matrimonio hay dos tipos de problemas: los remediables y los irremediables, que pueden provocar la falta de entendimiento.

Gottman afirma que el 69% de los conflictos se deben a los problemas irremediables, pero los matrimonios felices se las arreglan para que no destruyan los cimientos. El nacimiento del primer hijo suele ser un momento delicado, pero también muy idóneo para "apuntalar la casa". Las parejas felices son las que saben pasar de ser sólo esposos a ser también padres, viéndose como un equipo que comparte las obligaciones domésticas y el cuidado de los hijos.

En cuanto al segundo aspecto, apreciar lo mejor del otro. Consiste en ayudar a las parejas a aprender a vivir con los aspectos del carácter del cónyuge que, sencillamente, no van a cambiar nunca. De esta manera, consiguen amarse por lo que tienen en común y, además, por lo que los hace complementarios. Según los investigadores, "en las terapias de comportamiento nos encontramos una y otra vez con que en la base de los problemas hay falta de voluntad para aceptar las diferencias".

La auto-expansión dentro de la pareja garantiza la perdurabilidad del amor

Estudios paralelos del psicólogo Arthur Aron, de la Stony Brook University de Nueva York, han demostrado que, cuanto mayor sea la experiencia de “auto-expansión” que una persona pueda experimentar con su pareja, más satisfecha y comprometida estará dicha persona con su relación. Crecer y ayudar a crecer, la auto-expansión es, en la actualidad, esencial para tener una buena relación de pareja. Si tu pareja te ayuda a desarrollarte, pasa a tener una posición muy importante para ti.

Las personas experimentan el crecimiento personal a través de sus parejas tanto con detalles como con grandes experiencias: si la pareja presenta nuevas amistades o le da a conocer sitios nuevos, etc. Los científicos señalan que este hecho no significa que las personas se pierdan a sí mismas en el matrimonio, sino que crecen porque actividades, características y comportamientos que antes de su relación no habían formado parte de su identidad, se incorporan a ésta y se convierten en una parte esencial en su experimentación de la vida.

Los miembros de parejas con un bajo nivel de auto-expansión muestran un mayor interés en buscar parejas alternativas, la necesidad de realización (intimidad, compañerismo, sexo, seguridad e implicación emocional) y de auto-expansión dentro de una relación romántica puede predecir la propensión a ser infieles. Cuando una relación no es capaz de cubrir ciertas necesidades o de proporcionar una gran auto-expansión al individuo, la propensión de éste hacia la infidelidad aumenta.


Fuente: http://www.tendencias21.net

1 comentario :

  1. ola como estas? si quiere viaje a estambul o turquia puede disfrutar su viaje su vacasion excursiones en estambul

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