domingo, 14 de junio de 2009

El efecto Forer

El efecto Forer o Barnum (en deferencia a la reputación del cirquero P.T Barnum como maestro de la manipulación psicológica) es también conocido como el efecto de validación subjetiva o el efecto de validación personal.

El psicólogo B. R. Forer encontró que la gente tiende a aceptar descripciones personales vagas y generales como excepcionalmente aplicables a ellos mismos sin darse cuenta que la misma descripción podría ser aplicada a cualquiera. Para demostrarlo se sirvió de una prueba modelo obteniendo entre sus estudiantes una valoración promedio de 4.26 sobre 5. Esto sucedió en 1948. La prueba ha sido repetida cientos de veces con estudiantes de psicología y el promedio aún está alrededor de 4.2.

En conclusión, Forer convenció a la gente de que el podía leer exitosamente su carácter. La exactitud asombró a sus sujetos, que no sospecharon que las conclusiones las había tomado de la columna astrológica de un periódico. El efecto Forer parece explicar, por lo menos en parte, por qué tanta gente piensa que las pseudociencias “funcionan” (Astrología, biorritmos, cartomancia, quiromancia, adivinación, etc…).

La explicación más común dada para responder al efecto Forer es que la gente tiende a aceptar afirmaciones acerca de ellos mismos en proporción a su deseo de que las afirmaciones sean verdad, más que en proporción a la exactitud empírica de las mismas. Tendemos a aceptar declaraciones cuestionables y hasta falsas acerca de nosotros mismos, si las estimamos positivas o lo suficientemente halagadoras (por ejemplo la mayoría de la gente se considera, o desea ser considerada inteligente). Y frecuentemente daremos interpretaciones libres a afirmaciones vagas o inconsistentes acerca de nosotros mismos con el propósito de hacer que tengan sentido.

Descripciones vagas como “Aunque tienes algunas debilidades de personalidad generalmente eres capaz de compensarlas“; lecturas en las que siempre se cumple una de dos opciones como “A veces eres extrovertido, afable, y sociable, mientras que otras veces eres introvertido, cauto, y reservado” (absolutamente ambigua porque todos variamos nuestro comportamiento en distintas circunstancias); uso de deseos secretos del paciente como “tienes una considerable capacidad que no has usado en tu beneficio“; verdades universales para cualquier ser humano como “llegas a decepcionarte cuando estás cercado por restricciones y limitaciones“; etc.

Así es como cualquier persona puede descubrir “tu personalidad” en el horóscopo -que es ambiguo por definición-. Pero también explica en parte el porqué ha habido científicos, personas entrenadas para el pensamiento crítico, que han creído ver canales marcianos, homúnculos, rayos N o el planeta Vulcano.



Fuente: http://javimoya.com/

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